Que es la corrupción y cómo nos afecta

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No es casualidad, que el presidente López Obrador, haya construido su campaña política en base al tema de la corrupción, pues para ser directos es el problema más grave al que se enfrenta México, ya que es la causa, o el factor de maximización de los problemas más graves que aquejan a nuestro país. La pobreza, la desigualdad social, la inseguridad, los bajos niveles educativos, servicios públicos deficientes, obras públicas de mala calidad, entre muchos otros son problemas que tienen su origen en la corrupción, el cual como podemos ver no es un problema nuevo, ya que para haber generado estos problemas tan arraigados en nuestro país, significa que la corrupción es un problema muy seguramente desde épocas de la colonia, cuando se formaron las primeras instituciones y formas de gobierno muchas de las cuales sirvieron como base para la formación del gobierno mexicano.

Que es la corrupción

Existen varias definiciones de corrupción entre las que podemos destacar, la corrupción consiste en la violación de una obligación por parte de un funcionario con la finalidad de obtener un beneficio personal extra posicional de la persona que lo soborna o a quien extorsiona. o el aprovechamiento de un cargo o función pública en beneficio de intereses privados, particulares o compartidos. Cabe destacar que estas definiciones únicamente muestran la corrupción desde la perspectiva del sector público. Por ello, diversos autores se han encargado de vincular la corrupción con otros sectores. Por ejemplo, Rose-Ackerman señala explícitamente la relación entre el estado y el sector privado, de acuerdo con esta autora, en todo acto corrupto siempre hay dos partes involucradas, por un lado, el estado controla la distribución de beneficios y costos mediante servidores públicos que cuentan con poder discrecional, por otro lado, los actores privados buscan un tratamiento favorable y están dispuestos a pagar por él. Así, la corrupción ocurre cuando los pagos realizados contravienen las leyes con el objetivo de obtener un beneficio o evitar un costo, y el regateo entre ambos determina el impacto de la corrupción en la sociedad, así como la distribución de ganancias entre los sobornadores y sobornados.

Abandonadas las tesis que sostenían que la corrupción era propia de países atrasados o en desarrollo, en la actualidad se concibe a la corrupción como una enfermedad endémica que ha soportado y acompañado a todas las sociedades a lo largo de la historia. No en vano y aún a pesar de que con toda probabilidad el periodo actual es el más corrupto de la historia, en publicaciones que versan sobre esta materia, los primeros escritos se remontan a etapas antiguas. En la antigua Grecia, Platón y Aristóteles se referirán a la corrupción considerándola como la degeneración de las formas de gobierno a consecuencia de la pérdida de la virtud del gobernante que, embriagado por el poder, pospone la utilidad común al interés propio. Ideas que con posterioridad y en el periodo renacentista volverían a ser retomadas por autores como Maquiavelo.

En el ámbito de las ciencias sociales desde la perspectiva del funcionario público, la corrupción se define como el comportamiento de un funcionario público que se desvía de los deberes formales propios de su cargo, debido a una ganancia privada que puede estar relacionada con un mejoramiento de su estatus, con bienes personales, o que viola normas que proscriben el ejercicio de cierto tipo de influencias de carácter privado. Esta definición incluye comportamientos tales como el soborno nepotismo, apropiación fraudulenta de recursos públicos.

Desde la perspectiva del mercado, la corrupción es una institución extra legal que utilizan los individuos o los grupos de individuos para ganar capacidad de influencia sobre las acciones de los burócratas. Como tal, la existencia de la corrupción per se, indica solamente que estos grupos participan en el proceso de toma de decisiones de una manera mucho más extensa de lo que lo harían en otras circunstancias.

En el ámbito del interés público, se puede decir que existe corrupción siempre que alguien, que detenta un poder y que es responsable de realizar cierto tipo de cosas, es decir, un funcionario con cargo de responsabilidad o de poder, decide realizar una acción en favor de cualquiera que le ofrezca dinero u otro tipo de reconocimiento ilegal y, por lo tanto, deteriora el interés público.

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Clasificación de la corrupción

La corrupción se puede clasificar en dos tipos, de acuerdo a la manera en que esta ocurre:

Corrupción aislada o individual

En este contexto, la conducta honrada del funcionario es normal, la corrupción es la excepción y el funcionario es sancionado cuando la corrupción es descubierta. Por ejemplo, en este caso están incluidos los servidores públicos mal pagados, que dependen de pequeños sobornos a cambio de acelerar trámites administrativos para mantener a sus familias. El usuario soborna al empleado público con dinero en efectivo o pequeños favores. Aquí la conducta de un funcionario corrupto sería la excepción y si se comete el acto de corrupción, normalmente es sancionado.

Corrupción sistémica. 

Este contexto se refiere al uso sistemático y generalizado de la institución pública para la obtención de un beneficio privado, reduciendo la calidad y la cantidad de los servicios prestados. En este caso, se dan patrones de conductas corruptas ascendentes, que hacen que el sistema dependa de la corrupción para su propia supervivencia, los niveles de corrupción llegan a oficiales públicos de alto nivel que toman decisiones sobre contratos públicos o grandes proyectos, y la corrupción se extiende como norma en el sistema y la impunidad protege a toda la institución corrupta.

En sociedades con una corrupción sistémica, si bien las normativas legales existen, no se cumplen, los casos de corrupción se dan con frecuencia y por lo general quedan impunes, las reglas informales se van instalando y se convierten en normas no escritas. En la corrupción sistémica, existen incentivos perversos muy arraigados en la función pública, donde el sector privado y los usuarios de los sistemas públicos en vez de combatirlos por los costos que supone para toda la sociedad, prefieren convivir con ellos porque le resulta más fácil que pretender cambiarlos.

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Tipos de corrupción

Parece haber consenso en nuestro país sobre clasificar a la corrupción en 10 variantes:

Soborno

Este es el tipo más común de corrupción, y en el caso de nuestro país involucra a una gran proporción de nuestra población, ya que el soborno consiste en entregar dinero, un regalo o un favor a un funcionario público a cambio de que este haga un trámite, lo agilice o deje de hacer una función que es su responsabilidad. Como podemos ver esta variante de la corrupción forma parte de nuestra cultura debido a que no se necesita ser un gran empresario o político, para necesitar recurrir al soborno, y palabras como mordida o moche no solo son coloquiales, sino que sus significados son tan comunes, que forman ya parte de la vida diaria de muchas dependencias y actividades de gobierno, como: expedición de licencias o permisos, cualquier interacción con el sistema judicial, supervisiones de rutina, infracciones de tránsito, comercio ambulante, utilización de servicios públicos etc.

Lo que encarece los servicios públicos y en muchos casos eleva sus costos para la sociedad, por ejemplo en muchas ciudades de nuestro país para que los trabajadores del servicio de limpia municipal se lleven la basura de una casa es necesario que se les deje una propina, o los procesos judiciales que hoy pueden tardar años en resolverse es ya una norma que es necesario un incentivo económico para acelerarlos, o los vendedores que se instalan en la vía pública en áreas no permitidas, pero se mantienen ahí gracias a propinas otorgadas a oficiales de policía o supervisores encargados de vigilar dicho espacio, así como servicios públicos que tienen largos tiempos de espera o una gran cantidad de trámites burocráticos muchos de ellos necesarios, en muchos casos la única razón por la que estos se mantienen así, es porque los funcionarios responsables de estos servicios viven de sobornos pagados por sus usuarios.

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Desvió de recursos

También conocido como peculado, esta variante de la corrupción consiste en utilizar recursos públicos para un fin privado. Este delito incluye a todo servidor público que para usos propios o ajenos distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al estado, al organismo descentralizado o a un particular, si por razón de su cargo los hubiere recibido en administración, en depósito o por otra causa, así como para promover la imagen política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un tercero.

En los últimos años, este delito ha estado principalmente asociado al desvío de recursos públicos para el financiamiento de campañas políticas, dentro de los cuales podemos destacar la denuncia del gobernador de Chihuahua al gobierno federal de Peña Nieto, en la cual denunciaba que la secretaría de hacienda no bajaba los recursos asignados para su estado a través de participaciones federales, para según él utilizarlo para financiar la elección federal de 2018.

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Abuso de funciones

El abuso de funciones ocurre cuando un funcionario público, con abuso de su cargo, comete u ordena cualquier acto arbitrario en perjuicio de la Administración o de los particulares, que no se hallare especialmente previsto en sus funciones o en las leyes, o dicho en otras palabras sucede cuando un servidor público se olvida que sólo puede hacer aquello para lo que está legalmente autorizado, ya que el abuso de funciones es la actuación exagerada entorno a las funciones que puede llevar a cabo un funcionario en la no aceptación de una solicitud o bien en la no prestación del servicio, con la intención de obtener beneficios personales con ello.

Los casos más comunes de esta variante de corrupción; son policías inventando infracciones de tránsito con el objetivo de obtener un soborno, funcionarios haciendo más lento un trámite o solicitando requisitos adicionales, o gobernantes que hacen uso de los poderes del estado para debilitar a sus adversarios políticos, o para afectar a empresas que son competencia de empresas personales o de familiares o allegados.

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Colusión

Cuando dos (o más) empresas se ponen de acuerdo, para no competir o alterar las condiciones de una licitación y de esta manera obtener más recursos del estado por un producto o servicio, dañando las finanzas públicas. Y ese beneficio extra que obtienen las empresas que se coluden, proviene de los impuestos que pagas y deja de ser utilizado para mejorar los servicios públicos. Como podemos darnos cuenta esta práctica va más allá de un simple acuerdo entre dos comerciantes hábiles, pues en la actualidad se cuentan con estructuras complejas, integradas por empresas privadas paralelas a empresas reales creadas con el único objetivo de venderle al gobierno, cuyos precios son mayores a los del mercado abierto.

Los ejemplos de colusión en México sobran, de los cuales podemos resaltan casos como las sanciones interpuestas en 2017 por la COFECE a 5 empresas farmacéuticas por colusión en licitaciones de guantes quirúrgicos, la investigación abierta desde 2017 a 7 bancos por colusión en la intermediación de bonos gubernamentales, lo cual afecta a las finanzas públicas de México al incrementar el costo de la colocación de deuda pública, y otra sanción de la COFECE en 2015 a 4 empresas farmacéuticas por colusión en licitaciones de insulina y sueros, por lo que podemos ver un sector tan delicado como el sector médico es uno de las afectados por este tipo de corrupción.

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Conspiración para cometer actos de corrupción

Este acto de corrupción tiene lugar entre las personalidades de alto nivel burocrático, es decir, entre los jefes, por lo que cuando la corrupción se planea al más alto nivel, el único rastro que queda es una instrucción verbal, y lo más común en el combate a este tipo de delito, es que caigan funcionarios de bajo nivel, quienes solamente siguieron instrucciones y no recibieron los beneficios del acto de corrupción, 

Gracias a esta variante de corrupción, es posible que funcionarios de alto nivel construyan estructuras dentro y fuera del gobierno con el objetivo de beneficiarse a costa de las finanzas públicas, lo que ya vemos tan normal que hasta lo vemos ya, como la manera habitual en que el gobierno hace negocios. Los ejemplos de este tipo de corrupción los vemos desde empresas propiedad de funcionarios locales que son quienes le venden y le construyen al gobierno, hasta casos tan complejos como la llamada estafa maestra, donde se utilizaron una serie de empresas fantasmas propiedad de funcionarios públicos, subcontratadas por universidades públicas para proveer al estado productos y servicios, o las empresas farmacéuticas del exdelegado de Jalisco Carlos Lomelí, quien en 2019 fue inhabilitado por falsear información mediante dos empresas de su propiedad del ramo farmacéutico las cuales compitieron entre sí en diversas licitaciones de medicamentos y suministros médicos.

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Tráfico de influencias

El tráfico de influencias consiste en tomar provecho de una posición de poder para obtener un beneficio para uno mismo o para una tercera persona, lo cual puede ser para ejercer influencia sobre una autoridad para lograr un favor, por ejemplo, a través de la entrega de un soborno, o al momento de interceder en nombre de otro ante la autoridad competente, a cambio de una contraprestación inmediata o futura, con el fin de conseguir un trato preferencial.

Este tipo de corrupción puede ocurrir tanto dentro del gobierno, como desde el sector público, y otra vez este delito está tan normalizado que para muchos este acto no es considerado como corrupción. Pero este delito es grave porque vuelve opaca, injusta e incierta la toma de decisiones públicas. Por ejemplo, la decisión de adquirir un producto no porque sea el más adecuado sino porque lo vende alguien cercano al gobierno, o la decisión de construir obras públicas en zonas que beneficien al lugar donde viven los funcionarios públicos o que beneficien a sus negocios privados, o la creación de leyes que beneficien a una empresa en particular. O como en grave caso que ya he mencionado en varios artículos de este blog, donde los reguladores gubernamentales de cualquier tipo simplemente ven hacia otro lado debido a que reciben sobornos o son influenciados por grandes empresas, y como consecuencia no se aplican las leyes mexicanas en temas tan importantes como condiciones laborales, medio ambiente entre muchos otros.

En nuestro país la principal manera en que el sector privado, ósea los empresarios obtienen influencia en el gobierno, es mediante el financiamiento de campañas políticas, con la intención de obtener beneficios de los futuros gobiernos, como favores, contratos, leyes que los favorezcan, o no aplicándoles a cabalidad las leyes mexicanas a sus actividades empresariales.

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Enriquecimiento oculto

Esta variante de la corrupción ocurre cuando los funcionarios públicos ocultan sus bienes o su patrimonio en su declaración patrimonial, y con ello nos limitan de uno de nuestros derechos democráticos más elementales, el de decidir informadamente si lo quieres de servidor público o no, y de conocer sus posibles conflictos de intereses producto de sus negocios privados, y con ello también nos limitan la información para vigilarlos y evaluarlos.

Aunque en lo que respecta a este tipo de corrupción, son bastante más laxas en comparación con los países desarrollados, por ejemplo, es práctica común en casi todo el mundo, que, para ser contratados como funcionarios públicos en ciertos cargos de decisión, primero deben vender sus acciones e inversiones en empresas que les generen conflictos de intereses, así como renunciar a cargos que conlleven tomas de decisiones en empresas privadas. Y ambos casos no están regulados por nuestras leyes, por lo tanto, en México, los servidores públicos tienen derecho a tener propiedades e incluso negocios o intereses privados que no afecten su desempeño, pero deben declararlo en su declaración tres de tres, para que los ciudadanos podamos conocer esa información.

Y esta variante de la corrupción no solamente está arraigada en nuestra cultura, sino que en subconsciente nacional ni siquiera la percibimos como acto de corrupción, al grado que en la actual administración del presidente López Obrador quien diseñó su campaña política en torno al combate a la corrupción, y justifica casi todas sus decisiones polémicas de gobierno, como que fueron realizadas con la intención de combatir la corrupción. Una de las primeras acciones del actual gobierno fue la obligatoriedad de los altos funcionarios de presentar sus declaraciones 3 de 3, pero en estas hasta el mismo presidente ha ocultado su patrimonio al declarar que no cuenta con propiedades, inversiones ni ahorros, y una buena parte de sus funcionarios ya han sido expuestos por ocultar patrimonio conflictos de intereses a los ciudadanos. Y debido a que la declaración 3 de 3, tiene apenas pocos años que es obligatoria en nuestro país, ni siquiera vale la pena señalar los casos de enriquecimiento oculto en gobiernos pasados, pues no era un delito el ocultarnos esta información y todo indica el ocultarnos su patrimonio y sus conflictos de intereses era y sigue siendo la norma en México.

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Obstrucción de la justicia

Tiene a lugar cuando un funcionario evita que un acto contrario a la ley, sea denunciado, investigado o se sancione, sin importar si se trata de una conducta delictiva o de un acto ilícito, e independientemente de la naturaleza del hecho, la acción del funcionario resulta perjudicial para los intereses de la víctima. Lo cual provoca que la justicia se vuelva selectiva, ya que se termina sancionando solamente a quienes carecen de influencia política o poder económico.

Y esta es la principal causa, por la cual México carece de un verdadero estado de derecho, y un efectivo cumplimiento de nuestras leyes, lo que genera el ya añejo problema de impunidad que repercute literalmente en todos los ámbitos de nuestras vidas, pues la obstrucción de la justicia permite que se apliquen prácticas al margen de la ley, y se cree la sensación de que no va a suceder nada si infringes la ley.

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Uso ilegal de información confidencial

Cuando un funcionario o servidor público, hace uso de información confidencial que tiene a su disposición, gracias a la naturaleza de su cargo, para su beneficio personal o de un tercero, se le considera uso ilegal de información confidencial.

El ejemplo más claro del uso ilegal de información confidencial, es la razón por la cual el presidente López Obrador canceló el aeropuerto de Texcoco, pues los terrenos aledaños a la obra y a las futuras vialidades que conectan dicho aeropuerto, habían sido comprados por funcionarios del gobierno en turno y por empresarios, amigos y demás personajes cercanos al gobierno.

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Nepotismo

Cuando se crean nuevas plazas o se licitan concursos de oposición para ocupar puestos de gobierno, y estos son ganados por familiares o allegados de los ya funcionarios, a esto se le conoce como nepotismo.

En México el nepotismo ha alcanzado tal alcance que cargos públicos de todos los niveles son utilizados como agencia de colocación familiar, y en algunos casos el nepotismo es legal, pues gracias a los contratos colectivos de trabajo de la mayoría de los sindicatos de paraestatales o ramas del gobierno mexicano, los cuales les otorgan a sus agremiados el derecho de colocar a sus familiares en puestos públicos asignados a dichos sindicatos.

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Comentarios

  1. Mireya4:58 p.m.

    Todos estos llegados al poder sin escrúpulos creen que tienen licencia para conducir Jalisco a su antojo pero no permitiremos

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