Un problema de la magnitud de la pandemia del covid 19, solamente puede afrontarse con un mejor federalismo
Las crisis sanitarias y económicas, provocadas por la pandemia del coronavirus, han puesto en evidencia la desigualdad tanto económica como de voluntades de cada uno de los estados de México, además de su limitada capacidad de acción ante un problema de la magnitud de la pandemia del coronavirus. Como todos lo sabemos México es una república, con un gobierno federal y estados que administran cada región del país, pero la realidad es que la disparidad en cuanto a tamaño y capacidades entre el gobierno federal y los estados es abismal, incluso con los estados más poblados y los más fuertes económicamente. Por este motivo a pesar de la voluntad de la mayoría de los gobiernos estatales por afrontar la pandemia y resolver los problemas locales que causó, la realidad alcanzó a todos los gobernadores de México que intentaron crear acciones oportunas, en ausencia de una respuesta del gobierno federal, pues simplemente su capacidad económica para implementar cualquier programa de emergencia es muy limitada, ante las dimensiones de la pandemia del coronavirus, y la única manera en que los gobiernos estatales lo pueden afrontar es con el apoyo del gobierno federal.
El clímax de las tensiones entre
gobernadores y el presidente López Obrador se vivió en la reunión de la CONAGO
que se celebró esta semana en San Luis Potosí, donde los gobernadores
manifestaron sus inconformidades, principalmente la retención de las
participaciones de los estados por parte del gobierno federal, la politización
del semáforo epidemiológico, y la estrategia de seguridad. Aún no se da a
conocer algún acuerdo real al que se haya llegado en dicha reunión, que ayude a
los estados a afrontar mejor la pandemia y su subsecuente crisis económica,
pero han quedado claras tres cosas, el combate de la epidemia requiere de
estrategias locales, acorde a las características únicas de cada estado, se
debe establecer un mecanismo que impida al gobierno federal retener a
discreción los recursos de los estados y tercero, no todos los problemas del
federalismo son causados por el gobierno federal.
Cómo llegamos a este escenario, primero un poco de contexto
México es un país con una extensión territorial de casi dos millones de kilómetros cuadrados, con más de 125 millones de habitantes, por lo cual resulta increíble concebir como cada sexenio se implementan políticas que incrementan el centralismo en nuestro país, y le restan poder y jurisdicción a los estados. Como lo mencione anteriormente México es una república federal, pero en realidad nunca ha funcionado como tal, desde sus inicios nuestro país ha funcionado bajo la concentración del poder político y económico en Ciudad de México, con pequeñas excepciones como el pacto fiscal de los años 30´s que le permitió a cada estado el cobro de impuestos, lo que les proporcionaba cierto grado de libertad económica, pero esas leyes fueron modificadas en los años 70´s con la intención de corregir casos en los que los impuestos estatales generaban doble tributación, y desde ese momento, la recaudación de impuestos es facultad casi exclusiva del gobierno federal, distribuyendo una parte de lo recaudado entre los estados, a lo que se le conoce como participaciones estatales, cuya representación real de lo recaudado ha venido reduciéndose año con año y actualmente representan 26% de lo recaudado, ósea que la federación le devuelve solamente 26 centavos a los estados, de cada peso que se recauda en sus territorios.
Pero no todo a sido culpa del gobierno federal, como consecuencia de acuerdos entre gobernadores y el gobierno federal en las décadas de los 90´s y los 2000, se le cedieron algunas facultades a los estados, como la educación y la salud, y como resultado de esto hoy tenemos sistemas de salud y educación desiguales, donde los ejemplos de estados con buenos sistemas educativos y de salud son la excepción, y la mediocridad es la norma, además de que los inmensos presupuestos que van de la mano de estos servicios, han sido el objeto de millonarios desvíos de recursos, que han provocado que al día de hoy contamos por decenas los gobernadores procesados, investigados o prófugos por desvío de recursos.
Además de tomar en cuenta, que el grave
problema de inseguridad que vive México en estos momentos, en gran parte es
causado por la ineficiencia de los estados en atacar el problema, ya que la
mayoría de los delitos son del fuero común, por lo que son jurisdicción de los
ministerios públicos estatales, pues el sistema judicial y de procuración de
justicia de México, sí están casi completamente federalizados. Haciendo
hincapié en que además de la falta de voluntad de casi todos los gobiernos
estatales por afrontar la inseguridad, esta no se resuelve en parte debido a la
falta de recursos e infraestructura suficientes, para que cada estado garantice
el cumplimiento de la ley en su territorio.
La pandemia nos sorprendió en medio de un proceso de centralización
Como consecuencia de la corrupción
desenfrenada que caracterizó, a los gobiernos estatales por lo menos de las
últimas dos décadas, el presidente López Obrador, cuyos principales estandartes
de campaña fueron el combate a la corrupción y la austeridad, inició su
gobierno implementando una serie de políticas públicas en ese sentido, como la
concentración de compras del gobierno, la reducción de presupuestos de forma
generalizada, la desaparición del seguro popular, el cual era el complemento de
los sistemas de salud de cada estado, los cuales se concentraran en el INSABI.
Y justo en medio de la confusión causada por la fusión de los diferentes
sistemas estatales de salud en el INSABI, fue cuando nos llegó la pandemia del
Covid 19, además de que las políticas de austeridad y de concentración de
compras, limitaron la capacidad de reacción del gobierno federal, y agravaron
las condiciones sanitarias en todo el país en el principio de la pandemia.
Esta falta de reacción del gobierno federal, causada por sus propias políticas públicas, y la falta de una estrategia nacional que rigiera el actuar de todos los niveles de gobierno, provocó que los gobiernos estatales y municipales, fueron quienes tuvieron que afrontar la pandemia desde el principio, y a como a cada quien le pareció mejor, por lo que cada estado, e incluso muchos municipios, tienen sus propias estrategias y programas para la contención de la pandemia. Lo cual ha provocado un constante roce entre los gobiernos locales y el gobierno federal, sobre todo ante la postura tan laxa casi de negación, que ha tomado el gobierno federal ante la pandemia.
Pero la razón por la que la mayoría de los gobiernos estatales tienen una estrategia diferente a la del gobierno federal, incluso de gobernadores emanados de Morena, es porque los gobernadores y los presidentes municipales, por obvias razones, sus acciones son más cercanas a la población y por lo tanto sus consecuencias son percibidas por la mayoría, por este motivo la falta de acción, negación o simplemente repetir las palabras del presidente, se nota inmediatamente entre la opinión pública local, y su malestar es percibido más rápido, además de que los gobernadores no cuentan con la gracia de buena parte de la población, de que se les perdone todo como al presidente, por este motivo a la mayoría de los gobernadores las circunstancias los han obligado a actuar.
Y la falta de estrategias oportunas del
gobierno federal, tanto para afrontar la crisis sanitaria como la completa
inacción para reducir la crisis económica, a provocado que las únicas medidas
de contención sean las implementadas por los gobiernos locales de todos los
partidos, y conforme la pandemia se prolonga, queda a descubierto lo limitada
de la capacidad de reacción de todos los gobiernos estatales, simplemente
porque dependen de que la federación les entregue sus participaciones, las
cuales representan casi la totalidad de sus presupuestos, además que la
retención de estos pagos por parte del gobierno federal, ha agravado el
problema aún más.
La solución al federalismo es una mejor fiscalización no más centralismo
Aunque no estoy nada de acuerdo con la solución planteada por el presidente López Obrador, a la corrupción de los gobiernos estatales, centralizando aún más servicios como la salud y la educación, entiendo por completo el porqué de estas políticas, pues como lo explique anteriormente, décadas de corrupción de gobernadores y presidentes municipales, hacen muy difícil el administrar a 32 gobiernos estatales. Pero la solución a largo plazo siempre debe ser una mejor fiscalización a cada centavo de dinero público que se gaste en el país, sin importar quien lo haga, incluyendo al gobierno federal, organismos descentralizados, empresas paraestatales, universidades, partidos políticos, sindicatos, gobiernos estatales, gobiernos municipales etc. Además de una mayor participación de los estados como proporción de los impuestos que se recaudan en su territorio, pero condicionada a la absoluta fiscalización y a un incremento en la recaudación de impuestos estatales y municipales, para balancear mejor los ingresos de los estados, y que estos dependan menos de la federación.
El tamaño tanto del territorio como de la población
de México, provoca que para que el país funcione eficientemente y se resuelvan
de origen muchos de nuestros problemas estructurales como la inseguridad y la
economía informal, se requiere de gobiernos estatales, con mayores recursos
económicos y con mejor infraestructura, para de esta manera ofrecer mejores
servicios públicos a la población, aplicar en todo el territorio los programas
federales y estatales y garantizar el cumplimiento de nuestras leyes a nivel
local.
La pandemia debe afrontarse a nivel local
Lo cual cobra mayor importancia en escenarios excepcionales como la pandemia del covid 19, de lo cual el mejor ejemplo que tenemos es Estados Unidos, el país que representa lo que debe ser el federalismo, debido a que sus estados si tienen un peso significativo, y gozan de cierto grado de libertad económica y de autogestión. Y precisamente estas características han demostrado su importancia durante la pandemia del coronavirus, debido a que al igual que en México, el gobierno federal de Estados Unidos subestimó la magnitud de la pandemia, y con la intención de no dañar a la economía, decidió aplicar medidas muy laxas para contener la propagación del virus, y fue ahí donde al igual que en México, tuvieron que intervenir los estados, y debido a que la capacidad económica, de infraestructura y administrativa de estos, es mucho mayor que la de los estados de México. hoy podemos ver una disparidad en el impacto de la pandemia entre los diferentes estados de Estados Unidos, debido a que la disposición de algunos estados, principalmente de oposición al presidente Trump, logró que se implementaran medidas correctas de confinamiento, limitación de la movilidad de la población, uso de medidas de seguridad, aplicación de pruebas, rastreo de contactos de las personas contagiadas, y uso de la infraestructura de salud, que lograron reducir en sus territorios los ritmos de contagios, y por lo menos esos pocos estados que quisieron y tuvieron la capacidad de afrontar la pandemia, lograron reducir el número de contagios y de muertes en relación con el resto del país, lo que no hubiera sido posible en un país centralista, o con estados muy débiles o limitados como en México.
Mientras que, además de la inacción y
estrategia ineficiente del gobierno federal, las características de cada región
influyen en cómo debe afrontarse la pandemia, sobre todo ahora que estamos
comenzando a reabrir la economía, lo cual agrega más variables y complejidades
de carácter local en cada estado, lo que provoca que aunque el gobierno federal
tuviera la mejor disposición y las estrategias más eficientes, las
características de México, hacen muy difícil que una sola estrategia para todo
el territorio pueda ser lo más eficiente para contener la pandemia, sobre todo
debido a que los gobiernos estatales a pesar de sus limitantes. son quienes
pueden aplicar mejor las estrategias de contención a nivel local, esto sin
desestimar la necesidad de una autoridad federal que establezca los
lineamientos mínimos, y evalúe la manera en que cada estado implementa las
políticas públicas para enfrentar la pandemia, y la crisis económica que está a
provocado.
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