El dilema de la reapertura de la actividad económica, en medio de la pandemia del Coronavirus

Después de un aislamiento social sin precedentes para aplanar la curva de contagios del covid-19, los líderes de todos los niveles de gobierno alrededor del mundo se han cuestionado sobre cuándo y cómo se debe de reabrir la economía, sobre lo cual se ha desatado todo un debate en cada país del mundo, y México no es la excepción ya que en nuestro país, no solo existen dos opiniones encontradas como en los países desarrollados, donde se debate en una economía cerrada o  una economía abierta, sino  que en México se tiene el dilema de encontrar un balance entre mantener la actividad económica y salvar vidas, debido a que el 60% de nuestra población se encuentra en la economía informal y carece de redes de protección que les permitan mantenerse en cuarentena siquiera por períodos cortos de tiempo. Y es por esta razón que nuestros gobernantes se encuentran en medio de un punto sin retorno en el cual deben decidir qué camino deben tomar en cuanto al manejo de las crisis sanitaria y económica causadas por el Coronavirus, y a esto debemos agregar el factor que de las consecuencias de las decisiones que tomen en este momento dependen sus futuros políticos.

Se debe de plantear un objetivo claro 

Pero como se dice un problema bien afrontado es un problema bien resuelto, por lo que el punto inicial para tomar decisiones sobre la reapertura de la actividad económica ya sea para un país, un estado, o una comunidad, se debe comenzar con su objetivo y dicho objetivo debe de ser razonable y alcanzable.

Al igual que en el resto del mundo en México la cuarentena comenzó como un período inicial de 15 días para reducir el número de contagios de coronavirus y prevenir que se llevarán al límite las capacidades del sistema de salud. Por lo tanto, el objetivo de implementar la cuarentena fue el evitar la saturación de los hospitales, y que tanto los ciudadanos enfermos de Covid-19 como aquellos que padecen cualquier otra enfermedad pudieran ser atendidos en los hospitales y de esta manera prevenir muertes por falta de atención médica.

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Entonces el objetivo de la cuarentena debe prevalecer, una vez se reanude la actividad económica. Pero la cuarentena tomó más tiempo de lo esperado sin lograr el objetivo de reducir el ritmo de contagios de Covid-19, mientras que estos tres meses de confinamiento han causado un severo daño a la economía, cuyo mayor impacto en el ciudadano promedio es la pérdida de millones de empleos, razón por la que urge que la actividad económica comience a reanudarse, para poco a poco reducir la crisis económica que ha provocado la cuarentena.

Pero hay que ser claros en el objetivo

En el punto en que nos encontramos de la pandemia, simplemente no hay manera de eliminar el riesgo de transmisiones de covid-19 y no hay manera de una rápida recuperación de la actividad económica, mientras que el continuar con las condiciones actuales de aislamiento por 18 meses más en lo que esperamos por una vacuna es algo prácticamente imposible e impráctico para la economía de nuestro país y para sus habitantes, mientras que el remover todas las restricciones y abrir la economía al 100% tampoco es posible debido al enorme riesgo de que se genere una segunda ola de contagios como está sucediendo en algunas regiones de Estados Unidos

Por lo cual los objetivos para la reapertura deben de balancear los múltiples problemas que nos presenta la pandemia, ya que no debemos simplemente caer en un escenario donde se minimiza un problema para maximizar otro, por ejemplo, que se recuperen empleos debido a la apertura económica al tiempo en que se incrementa el número de contagios y muertes, debido a la mayor exposición de los ciudadanos al riesgo de contagiarse, que representa la reapertura de la actividad económica. Por lo que nuestros gobernantes deben ser sensibles y encontrar un equilibrio entre generar y conservar empleos, al mismo tiempo en que se mantiene el objetivo de la cuarentena de evitar que se sature el sistema de salud.

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Los objetivos de la reapertura deben ser desagregados a cada estado o ciudad.

Las respuestas iniciales a la pandemia del covid-19 incluyeron las más amplias y abruptas medidas que se pudieron implementar en cada país, pero el impacto del covid-19 no ha sido para nada uniforme, existen grandes diferencias dentro de las diferentes regiones geográficas del mundo, incluso entre los diferentes sectores demográficos de la población, por ejemplo unas pocas ciudades concentran la amplia mayoría de casos de coronavirus en México, mientras que el covid-19 ha resultado ser más feroz cuando ataca a personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas, mientras que es menos extremo con los más jóvenes y el índice de muertes para mayores de 70 años se estima que es 40 veces mayor que en aquellos menores de 35 años.

Los epidemiólogos creen que el covid-19 se esparce principalmente entre contactos cercanos con personas infectadas  asintomáticas, y el contagio ocurre en una interacción que envuelve dos o más personas, por ejemplo un viaje en el transporte público, una visita a la tienda, o una visita a la peluquería, por lo que un plan de reapertura de la actividad económica debe considerar las interacciones más comunes y los riesgos asociados con ellas los cuales están relacionados a la intensidad de la interacción y al número de personas que intervienen, ya que las interacciones de alta densidad incrementa el riesgo de que una persona infectada transmita el virus a un mayor número de personas, e incrementar así los índices de contagios, o en otras palabras un peluquero siguiendo las medidas apropiadas crea mucho menos riesgo de contagio que un vuelo en avión.

Por lo que planes de reapertura enfocados a cada actividad económica de cada ciudad, o incluso de cada empresa, ayudarán a reducir los riesgos de contagio mediante la implementación de planes de reapertura que entiendan las diferentes interacciones que ocurren en cada ciudad, y de esta manera se identifiquen los riesgos y se creen soluciones para reducir su intensidad o el número de personas expuestas, por ejemplo implementando equipo de proteccion, barreras físicas, o simplemente generando distancias  o separando en grupos pequeños a los trabajadores en los centros de trabajo.

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