La caída en la construcción incrementa el empleo precario en México




Justo en medio de la pandemia por el coronavirus, y en medio de las críticas hacia el gobierno federal por su nula intervención para defender los empleos de los trabajadores mexicanos debido a los efectos que la cuarentena generalizada ha tenido en nuestra economía. Analizando los datos de la encuesta nacional de ocupación y empleo publicada por el INEGI, una vez más salió a relucir el incremento de la precariedad laboral en México la cual se mide con la tasa de condiciones críticas de ocupación.

La tasa de condiciones críticas de ocupación mide a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana, o que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, o que laboran más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos.



Como podemos ver en la gráfica, la tasa de condiciones críticas de ocupación se encuentra en un máximo histórico con 23.23% de los trabajadores, lo que representa casi el doble de lo alcanzado durante la gran recesión en 2009, si bien la tasa comenzó a incrementarse desde 2015, ha dado dos grandes incrementos en enero de 2019 y en enero de 2020, ambos en el sexenio del presidente López Obrador.

Durante este periodo la tasa de desempleo se ha mantenido estable, incluso se ha reducido, pero es un simple espejismo, producto de la metodología en que se mide el mercado laboral mexicano, y que debo aclarar que no es culpa de la actual administración, pues se ha medido de esta manera desde hace décadas. El problema es que contamos con el indicador de la tasa de desempleo, pero a su vez se complementa por las tasas de desocupación, informalidad y de condiciones críticas de ocupación.



En pocas palabras la mayoría de los mexicanos tenemos trabajo, pero casi una cuarta parte de ellos tienen trabajos precarios, parciales o que a pesar de requerir una jornada completa o más sus ingresos se encuentran por debajo del salario mínimo.

Este indicador es reflejo tanto de un ambiente laboral heredado y mantenido por el régimen actual, en el cual el gobierno mexicano históricamente ha mirado hacia otro lado mientras las grandes empresas encarecen las condiciones de trabajo mediante el abuso de tácticas como el outsourcing, ausencia de sindicalismo, así como un vacío del estado mexicano en la defensa de los derechos de los trabajadores el cual ha causado la degradación del poder de negociación de los trabajadores y por consiguiente el estancamiento de salarios.

Pero en adición al contexto laboral en que llega este gobierno, sus políticas y acciones no han contribuido a mejorarlo, la cancelación de obras públicas, el despido generalizado de empleados del gobierno, la reducción del presupuesto tanto para gasto corriente como para construcción de infraestructura, así como una serie de políticas agresivas en contra de las empresas e inversionistas, simplemente han degradado las condiciones en actividades como la construcción la cual emplea a un gran número de personas, no es ninguna casualidad que la precariedad laboral comenzará a incrementarse justo en el 2015 cuando se comenzó a reducir el presupuesto de construcción de infraestructura del gobierno de Peña Nieto, y sus dos grandes incrementos han sido a principios de 2019 y 2020, justo cuando se han implementado severos recortes presupuestales por parte de la administración del presidente López Obrador.




Además debemos esperar a que se realicen estudios, respecto a los efectos de duplicar el salario mínimo en la frontera en 2019, ya que esto ocurrió al mismo tiempo en que el gobierno no vigiló que las empresas efectivamente ajustaran los salarios de los trabajadores que percibían menos del nuevo salario mínimo, por lo que al realizar la encuesta nacional de ocupación y empleo, muy seguramente una parte de quienes ahora forman parte de esta estadística son personas que antes de 2019 ganaban menos de dos salarios mínimos en la frontera y cuando llegó el nuevo salario mínimo en enero de 2019 sus patrones no les ajustaron el ingreso, para ver este fenómeno sería interesante que el INEGI nos presenta los datos desagregados de esta estadística.

Para concluir, la tasa de condiciones críticas de ocupación, es solo otro más de los indicadores que exponen la gran dependencia de la economía al gasto del gobierno, y por desgracia la nueva política económica del gobierno de López Obrador, solo agravará esta dependencia, ya que su estrategia económica gira en torno al incremento de la producción petrolera, y del gasto gubernamental en programas sociales a los más necesitados, pero como lo podemos ver con los indicadores del empleo, para mejorar el estilo de vida de los trabajadores mexicanos, se deben de crear nuevos empleos en sectores productivos, ya que de lo contrario más mexicanos estarán obligados a aceptar empleo precarios para subsistir.

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