El principal problema económico de México ya no es el desempleo, sino el desempleo estructural y el subempleo


En los últimos meses hemos visto como las tasas de desempleo históricamente bajas alcanzando el índice más bajo en marzo cuando la tasa de desempleo fue del 3.19%. Si bien en post anteriores se ha hablado de que esto se debe a como se clasifica el desempleo por parte del INEGI, no debemos olvidar que la medición es real y se basa en estándares internacionales con algunas ligeras variaciones.

Entonces si el desempleo ya no es un problema para la economía mexicana, ¿Cuáles son los siguientes problemas que resolver?

Subempleo o subocupación.


Según el último informe del INEGI la tasa de subocupación del mes de junio de 2017 fue del 7.13%, la cual incluye a las personas que laboran menos de 40 horas, pero más de 15 horas a la semana. Lo que equivale a 3 millones 716 mil personas viviendo en esta condición.

Según un estudio de la OCDE del 2014 la principal causa de que el subempleo sea tan elevado en economías emergentes como México son la economía informal, y programas de desarrollo social que desalientan a que sus beneficiarios se integren a la economía formal.

Desempleo estructural


El desempleo estructural es el principal problema de las economías desarrolladas, ya que es el más difícil de atender, y una de las causas por la que países como México son considerados economías emergentes es porque no miden este problema y por lo tanto no existe ninguna política de estado para combatir este problema.

El desempleo estructural se da cuando una persona con cierto grado de especialización o con un nivel educativo alto, no encuentra un trabajo para el cual se encuentra calificado. Lo que hace difícil de medir este tipo de desempleo es el hecho de que la mayoría de las personas en esta situación tienen un empleo, pero este requiere un menor nivel de especialización o menor nivel educativo y como consecuencia su ingreso es menor.

Las principales causas del desempleo estructural son:

  1. Mala planeación de las necesidades del mercado laboral; Las universidades mexicanas no desarrollan sus planes de estudio acorde a las necesidades de mercado, así como la oferta educativa de cada carrera no se crea pensando en las necesidades de mercado. Si bien la oferta de espacios en las universidades sigue siendo muy bajo en comparación con los estándares internacionales, los pocos espacios que se ofrecen no se planean pensando en la mayor productividad del país.
  2. Crisis económica; como consecuencia de la crisis económica de 2008 muchas personas con un alto grado de especialización o un alto nivel educativo perdieron sus trabajos y esos puestos para trabajadores calificados no han regresado.
  3. Ubicación geográfica; muchos de los empleos que se perdieron durante la crisis de 2008 no han regresado, y buena parte de los empleos bien calificados que se han creado después de la crisis se han creado en regiones diferentes del país.
  4. Reducción de salarios; Algunos de los empleos bien calificados que se han creado después de la crisis de 2008 ofrecen sueldos más bajos en comparación con los sueldos que se perdieron, lo que provoca que si bien quienes ocupan estos puestos si están empleados en trabajos adecuados a su especialización el salario que perciben está por debajo de lo considerado aceptable para ser considerado un empleo bien remunerado.
  5. Ciclo económico de la industria; Cuando una industria comienza a ser considerada obsoleta, aquellas personas que a lo largo de muchos años se han especializado en dicha industria caen al desempleo estructural. Por ejemplo, los empleados de una mina cuando la beta del mineral se agota y cierra la mina sus empleados quedan en desempleo o se ven obligados a mudarse a otra región.

Soluciones para el desempleo estructural y el sub empleo


  1. Cambiar las políticas de fomento económico, para enfatizar aquellas políticas que buscan la creación de empleos bien calificados.
  2. Crear nuevo indicador de medición de empleo creados, el cual solo cuente empleos bien calificados, con un límite inferior en cuanto a la remuneración y que cuente solo empleos formales.
  3. Crear estímulos fiscales para las pequeñas y medianas empresas que generen empleos bien calificados y bien remunerados.
  4. Actualización de las leyes laborales a las condiciones actuales de la economía mexicana, de tal manera que se mantengan aquellas leyes creadas en la última reforma laboral en materia de flexibilidad de contratar personal temporal y de medio tiempo, pero identificando y eliminando aquellas leyes laborales que permiten el abuso de este tipo de contrataciones.
  5. Reestructurar las funciones de la secretaria del trabajo, para que esta pueda ser utilizada como el intermediario para resolver las barreras geográficas del mercado laboral y active la movilidad laboral que México necesita (ser la oficina mediante la cual las empresas puedan contratar trabajadores de otras ciudades o regiones del país, en aquellos casos en que estas no encuentren candidatos con las características necesarias en su región).
  6. Reestructurar los programas de desarrollo social de tal manera que sean un incentivo para que sus beneficiarios se integren a la economía formal.
  7. Crear incentivos fiscales para aquellas empresas informales que se integren a la economía formal.
  8. Permitir la deducibilidad de las prestaciones de seguridad social; es lamentable que un gobierno que tiene un discurso sobre la creación de empleos, por otro lado, aplique medidas fiscales que desalientan a las empresas a registrar a sus empleados en la seguridad social.
  9. Crear un programa que permita que los propietarios de las pequeñas empresas y personas auto empleadas con ingresos por debajo de un límite preestablecido accedan a las prestaciones de seguridad social integrando un costo subsidiado de estas prestaciones en el pago de impuestos.
  10. Crear programas de capacitación en coordinación con el sector empresarial, para capacitar a las personas para que estas puedan ocupar los puestos de trabajo con capacitación técnica que el mercado demande.

Conclusión

Las ultimas tasas de desempleo históricamente bajas, mas allá de ser motivo para que nuestro gobierno aviente las campanas al vuelo. Es solo cuestión de observar la percepción popular sobre la situación económica, para deducir que si bien el desempleo ya no es un problema es el momento de observar más a detalle cuales son las causas de la situación tan precaria de nuestra población, y es ahí donde surgen los problemas del subempleo el cual es una consecuencia directa de la alta informalidad laboral, y el desempleo estructural el cual ni siquiera se mide en México.
Y ambos problemas son la causa principal del estancamiento de la productividad laboral en México, debido a que se desperdician las habilidades obtenidas por personas con altos niveles de especialización, y se subutiliza a otra proporción de la población económicamente activa al encontrarse empleados solo de medio tiempo. Esto sin mencionar las consecuencias a largo plazo que provocara la subutilización de personas jóvenes las cuales si se midiera el desempleo estructural en México representarían la mayor parte del indicador.

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