Ninrod Blog

  Las crisis sanitarias y económicas, provocadas por la pandemia del coronavirus, han puesto en evidencia la desigualdad tanto económica como de voluntades de cada uno de los estados de México, además de su limitada capacidad de acción ante un problema de la magnitud de la pandemia del coronavirus. Como todos lo sabemos México es una república, con un gobierno federal y estados que administran cada región del país, pero la realidad es que la disparidad en cuanto a tamaño y capacidades entre el gobierno federal y los estados es abismal, incluso con los estados más poblados y los más fuertes económicamente. Por este motivo a pesar de la voluntad de la mayoría de los gobiernos estatales por afrontar la pandemia y resolver los problemas locales que causó, la realidad alcanzó a todos los gobernadores de México que intentaron crear acciones oportunas, en ausencia de una respuesta del gobierno federal, pues simplemente su capacidad económica para implementar cualquier programa de emergencia

El objetivo de la ley de coordinación fiscal es el coordinar el sistema fiscal de la Federación con las entidades federativas, y los Municipios, para establecer la participación que corresponda a sus haciendas públicas en los ingresos federales; distribuir entre ellas dichas participaciones; fijar reglas de colaboración administrativa entre las diversas autoridades fiscales; constituir los organismos en materia de coordinación fiscal y dar las bases de su organización y funcionamiento. La esencia de la Ley de Coordinación Fiscal es el establecimiento de Convenios entre la Federación y los Estados mediante los cuales; los estados se comprometen a limitar sus potestades tributarias a favor de la federación, a cambio de obtener una participación en los ingresos fiscales federales. Por consiguiente, el modelo del federalismo fiscal mexicano, coloca en el centro del sistema al gobierno federal, al ser el responsable de la recaudación de los ingresos participables y de los criterios d