La crisis económica causada por el coronavirus ya se ha llevado más de un millón de empleos formales y más de 12 millones de empleos informales, mientras nos debatimos si es el momento adecuado de reabrir o no la economía, poco a poco nos está quedando claro que muchas cosas no volverán a ser iguales, por lo menos no en los primeros meses o años, ya que muchas personas seguirán teniendo miedo de realizar muchas actividades o estas se realizarán con muchas más precauciones y por consiguiente involucrando al menor personal posible, debido al riesgo de nuevos brotes lo que cambiará radicalmente el cómo se desempeñan muchas actividades que requieren de proximidad entre personas o de grandes congregaciones de trabajadores. Por este motivo se está gestando un escenario en el cual se mantendrá una alta tasa de desempleo, y más empresas buscarán recurrir a esquemas más flexibles de contratación como el que utilizan las plataformas digitales, las cuales han transformado a su plantilla laboral en trabajadores independientes, cuyas condiciones laborales han sido descritas por la Organización Internacional del Trabajo como jornaleros digitales.
¿Qué son los empleos de plataformas digitales?
Los empleos de plataformas digitales o economía gig como se le conoce en el mundo anglosajón, son empleos ofrecidos por plataformas digitales, las cuales mediante su plataforma son el vínculo entre los consumidores y quien ofrece el servicio, y las personas que ofrecen sus servicios lo hacen como trabajadores independientes, el ejemplo más común son los conductores de plataformas como Uber, Didi, Cabify, Lift, servicios de reparto de alimentos como; Uber eats, Didi food, Rappi y muchas otras empresas cuya característica es que su operación casi total mediante aplicaciones digitales, y en nuestro país o en las ciudades donde operan solo cuentan con unas cuantas oficinas administrativas, y más del 90% de su personal, no está contratado por la compañía, sino que prestan sus servicios de forma independiente, y por lo tanto estos trabajadores carecen de prestaciones de seguridad social, y ahorro para el retiro, a pesar de que la mayoría de estos desempeñan jornadas completas de trabajo.
En el caso de México el
problema que representa la operación de estas empresas se limita casi
exclusivamente en la confrontación con los sindicatos de taxistas de cada
ciudad, pero en el caso de otros países esta práctica se ha extendido a muchas
otras actividades, como consultas médicas, psicológicas, legales, escritores de
periódicos o revistas, servicios de reparación y mantenimiento del hogar,
servicios de marketing, servicios de relaciones públicas, servicios de consultoría,
programación, desarrollo de sitios web, cursos y educación, reparto de
mercancías y fletes, y muchas otras actividades. Por lo que en países como
Estados Unidos este esquema de contratación ya integra a una importante parte
de su fuerza laboral.
¿Cuál es el problema con los empleos de la economía gig?
Los avances tecnológicos, afectan de forma positiva o negativa muchos aspectos de nuestras vidas, en este caso la disponibilidad casi generalizada de smartphones provoca que sea posible que aplicaciones digitales se conviertan en el intermediario más eficiente entre los consumidores y una necesidad de estos, como transporte, servicios médicos, legales entre muchos otros, los cuales en general son más baratos para el consumidor final, pero ese precio reducido de estos servicios, son general a costas de las personas que prestan dicho servicio, quienes se ponen a disposición de las empresas que manejan las aplicaciones digitales como trabajadores independientes, y por lo tanto carecen de prestaciones de seguridad social y ahorro para el retiro, además de que están expuestos a cambios sin previo aviso en las condiciones tanto de remuneración como de la manera en que las aplicaciones les asignan el trabajo.
Como consecuencia de esto, se está creando una nueva clase de trabajadores independientes sin prestaciones laborales, y sin un contrato que los relacione con quien les asigna su trabajo, por lo que estas aplicaciones sin ningún problema pueden prescindir de ellos, reducirles sus esquemas de remuneración, o simplemente dejar de asignarles trabajo sin necesidad de ofrecer una explicación. Todo esto a cambio de una flexibilidad de estos trabajadores para trabajar para más de una compañía o para laborar el tiempo y en los horarios que el trabajador decida. Pero estas ventajas vienen a causa de una falta de acceso a servicios médicos, de vivienda, y de ahorro para el retiro de estas personas, lo que representa un problema de acceso a la salud a su vez que agrava los ya severos y arraigados problemas del sistema de pensiones de México.
Te recomiendo leer Qué medidas puede implementar México para reducir el desempleo provocado por la crisis del Coronavirus
¿Por que la pandemia del coronavirus, provocara que más personas se empleen en la economía gig?
La pandemia del coronavirus, ha provocado una severa crisis económica en México, y la persistencia de este virus en los próximos meses o años, hará que la recuperación sea lenta, por lo que se mantendrán altas tasas de desempleo por un periodo prolongado, lo que hará que más empresas opten por implementar esquemas de contratación como el de las plataformas digitales, al cual se le conoce como economía gig, y más personas estarán dispuestas a emplearse de esta manera, simplemente porque no tendrán otra opción.
Por ejemplo en Estados Unidos, ha sido un hecho bastante comentado el cómo Amazon está reemplazando a empresas de paquetería como Fedex, UPS o DHL, por su sistema propio de paquetería, en los trayectos cortos de los centros de distribución a las direcciones de los consumidores, lo que se conoce como la última milla, pero los conductores de este servicio de paquetería que está siendo implementado por Amazon, son contratados mediante el esquema de economía gig, por lo que en el corto plazo el sector de paquetería de Estados Unidos tendrá que reemplazar a trabajadores contratados por empresas de paquetería con prestaciones laborales por trabajadores independientes sin ninguna prestación, debido a que estas empresas están perdiendo a su principal cliente, y a causa del papel preponderante que juega Amazon en este sector este será un cambio radical en la precarización laboral para los trabajadores de este sector.
Este ejemplo está sucediendo en estos momentos, en un país, con leyes laborales modernas y con entes reguladores que cumplen con su función, pero el peso del tamaño de una empresa como Amazon se está imponiendo a las leyes y reguladores de Estados Unidos. Mientras que en México somos el ejemplo perfecto de reguladores ineficientes, que han sido incapaces de hacer cumplir nuestras leyes laborales, las cuales son anticuadas y carecen de derechos laborales que en otros países son la norma, y a consecuencia de ello de forma generalizada las empresas mexicanas han abusado de esquemas de subcontratación mejor conocidos como outsourcing, los cuales fueron creados para flexibilizar la contratación de personal, pero las empresas mexicanas los han convertido en esquemas de evasión fiscal y de contribuciones de seguridad social de sus trabajadores, así como para la evasión de responsabilidades contractuales con buena parte de su plantilla laboral.
Por lo que en base a
nuestro turbio historial en la procuración del cumplimiento de nuestras leyes
laborales, el nuevo esquema de contratación que representa la economía gig, que
hasta ahora ha sido utilizado casi exclusivamente por plataformas digitales,
tiene todo el potencial de convertirse en lo que fue el outsourcing en las
últimas décadas, sobre todo en estos momentos en que es solo cuestión de tiempo
para que el congreso aprueba nuevas leyes que limitan fuertemente al
outsourcing, lo que obligará a las empresas que hoy abusan de la
subcontratación a buscar otras opciones de reducir sus costos laborales. Además,
que las condiciones adversas que todos estamos viviendo en estos momentos,
obligará a todas las empresas de nuestro país a buscar maneras de reducir sus
costos, y de esta manera garantizar un poco más su supervivencia, por lo que
todas las empresas que, por la característica de sus actividades, o por la
naturaleza de los servicios que proporcionan, puedan implementar esquemas de
contratación de la economía gig
Conclusión
La realidad es que
la clasificación de este tipo de trabajadores es solamente una parte del
problema, ya que la flexibilidad con la que estos trabajadores son contratados
y le prestan sus servicios a las plataformas digitales, es lo que ha permitido
que estas se hayan expandido a los ritmos tan acelerados como lo han
hecho, y a final de cuentas los servicios que estas empresas proporcionan son
demandados por los consumidores, quienes han sido los principales beneficiarios
de la llegada de estas aplicaciones digitales, quienes han venido a
revolucionar los sectores en los que operan, como el transporte público, el
reparto de alimentos, y el acceso a servicios de consultoría a precios
accesibles. Por lo que nuestras autoridades, deben de tener cuidado a la hora
de crear las leyes y lineamientos, en que estas actividades serán reguladas, ya
que como lo expuse en este artículo, el defender las condiciones laborales de
los trabajadores de estas empresas es una necesidad cada vez más urgente. Pero
la regulación que se cree, debe ser con el objetivo de resolver el problema
laboral, al mismo tiempo en que permite la operación de estas empresas y que se
mantengan los servicios que estas empresas ofrecen, ya que una regulación muy
estricta encarecerá dichos servicios.
Te recomiendo leer México no puede costear un ingreso básico universal, pero sí un seguro temporal de desempleo
Comentarios
Publicar un comentario
Si tienes algún comentario sobre este tema, o tienes alguna duda puedes escribirlo aquí.